El mago de los movimientos: cuento
Cuaderno de raya

Cuaderno de raya es una sección en la que participan estudiantes y personas interesadas en los fenómenos científicos, con textos que pueden ser de creación literaria (cuento, poesía, ensayo, varia invención), reseñas sobre películas y libros o textos breves en los que se exponga un punto de vista propio como parte de un ejercicio de reflexión en torno a algún tema científico. Si quieres saber más, conoce nuestra convocatoria.
Tuve un sueño horrible, la peor pesadilla que he tenido hasta ahora. En el sueño, no podía mover ninguna parte de mi cuerpo. Por más que intentaba que mis brazos, piernas o cualquier parte de mí respondiera, era como si no fueran míos. Como si mi cerebro y mi cuerpo no se conocieran. La desesperación crecía porque ni siquiera podía mover algo pequeño a mi alrededor.
Cuando desperté, estaba sudando frío. Me sorprendió mucho pensar en cómo mi cerebro le da órdenes a mi cuerpo para moverse. Aunque intenté calmarme y distraerme al desayunar, no podía dejar de preguntarme cómo funciona mi cabeza. ¿Acaso mi cerebro tiene un poder especial o, como dicen, se me había subido el muerto?
Sin darme cuenta, ya estaba en la escuela, pero mi cabeza seguía llena de dudas. Decidí preguntarle a mi maestro:
—¿Cómo hace nuestro cerebro para controlar nuestros movimientos?
Él se lo pensó un poco y luego dijo:
—Cuando quieres mover tu mano, en tu cerebro hay millones de pequeñas “mensajeras” llamadas neuronas que se mandan señales entre ellas. Estas señales viajan desde la corteza motora primaria, una parte del cerebro que controla los movimientos, hasta los músculos. Es como si fueran mensajes de texto, pero eléctricos y rapidísimos.
Aunque su explicación me ayudó, mi curiosidad no desapareció. En el receso, fui a la biblioteca a buscar más información. Encontré algo muy interesante: un aparato parecido a un casco que detecta las señales del cerebro. Este dispositivo usa pequeños sensores que se colocan en la cabeza para “escuchar” los impulsos eléctricos del cerebro. Si queremos saber cómo el cerebro le dice a los músculos que se muevan, hay que colocar los sensores sobre la corteza motora, justo arriba de la frente.
Mientras estaba leyendo, sonó la campana. Volví al salón, pero las clases se me hicieron larguísimas. No dejaba de pensar en todo lo que había aprendido, y las preguntas no paraban de aparecer en mi cabeza: ¿a dónde iban esos impulsos del cerebro? ¿Cómo se interpretan?

Mi distracción fue tan obvia que me mandaron a la dirección. La directora, una persona muy inteligente y respetada, me preguntó qué sucedía. Le conté todo: mi sueño, mis dudas y lo que había leído. Para mi sorpresa, no se enojó; solo soltó una risita.
—Te responderé tus preguntas, pero prométeme que, cuando regreses al salón, pondrás atención a la clase —me dijo con una sonrisa.
Acepté rápidamente y le pregunté:
—¿A dónde van los impulsos que detecta ese casco cerebral?
—El casco recoge esas señales y las manda a una computadora. La computadora “traduce” las señales para entender lo que quiere hacer tu cerebro. Agrupa patrones similares. Por ejemplo, si quieres decir “hola”, podrías usar diferentes palabras, pero el significado sería el mismo. Con los impulsos cerebrales ocurre algo parecido.
—¿Y si algo falla? —pregunté.
—Si los sensores no están bien colocados o hay aparatos electrónicos cerca, las señales pueden confundirse, como cuando hay ruido en una llamada. Pero la computadora puede filtrar la información útil.
Antes de que pudiera preguntar más, sonó el timbre de salida. Mientras caminaba a casa, reflexionaba sobre lo aprendido. Era increíble que el cerebro pudiera enviar esos impulsos y que las máquinas pudieran captarlos. También descubrí que esta tecnología ya permite mover sillas de ruedas, controlar videojuegos y usar prótesis.
Esa noche, al acostarme, ya no tenía miedo de soñar con quedarme inmóvil. Ahora entendía mejor cómo funciona mi cerebro, que era como un mago que sabe cuándo y cómo moverse. Esa noche soñé con ser parte de un futuro en el que podríamos interactuar con las máquinas sólo con pensar.
Referencias
AlQahtani, N. J., Al-Naib, I., & Althobaiti, M. (2024). Recent progress on smart lower prosthetic limbs: A comprehensive review on using EEG and fNIRS devices in rehabilitation. Frontiers in Bioengineering and Biotechnology, 12, 1454262.
https://doi.org/10.3389/fbioe.2024.1454262

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