Gracias a su estética y la idea de que aparentemente no causa ningún daño, su venta y uso han ido en aumento, lo cual resulta alarmante para las instituciones de salud, pues ante la diversidad de marcas de los dispositivos y del líquido que utiliza, las regulaciones sanitarias son mínimas y por tanto no se sabe del todo si los efectos podrían ser potencialmente dañinos en la salud de los usuarios.

Esto ocurre debido a que constantemente hay nuevos productos de la familia de cigarros electrónicos en el mercado, con nuevas modificaciones que podrían causar igual o mayor daño que la versión anterior; en consecuencia, se hace más complejo saber los daños a corto y largo plazo por su uso. Podría pasar algo similar a lo que sucedió con el cigarro convencional, que inicialmente se promovía su venta con el atractivo de ser un hábito saludable, hasta que varios médicos comenzaron a darse cuenta de que había muchas muertes con el mismo factor en común, el cigarro [3]. Pasaron décadas para que se estudiara y se confirmaran los daños que se conocen actualmente.

A pesar de que el cigarro electrónico es relativamente nuevo, su reciente comercialización ha sido suficiente para que los investigadores detecten algunos de sus efectos, principalmente el daño pulmonar, ya que al inhalar el humo causa inflamación y afecta los pulmones.

La realidad es que muchos efectos nocivos causados por los cigarros electrónicos son similares a los de los cigarros convencionales. Esto no es difícil de creer; a fin de cuentas, ambos cumplen con la función de llevar nicotina a nuestro cuerpo.

Con base en los componentes usados frecuentemente en el cigarro electrónico y el líquido, se ha reportado el daño potencial que estos pueden provocar, incluyendo adicción, alteraciones y daño del corazón, enfermedades inflamatorias, alteración en el comportamiento y memoria del usuario, así como alteraciones del sistema inmune y cáncer [4, 5].

Después de saber este dato, tuve la curiosidad de ver si en redes sociales había personas hablando sobre esto. Coloqué la palabra “vapes” en el buscador de Tik Tok y encontré que la gran mayoría de los videos disponibles son de jóvenes que hacen formas con el humo, comparten su experiencia con los sabores o simplemente muestran los diseños.

Sin embargo, para mi sorpresa, sí hay médicos hablando de los aspectos negativos de usar cigarros electrónicos, e incluso existen vídeos de jóvenes dando testimonio de los daños que les ha generado el usar estos productos.

Aun con información disponible de lo perjudiciales que pueden ser estos artefactos, y con la actual pandemia del virus de Covid-19, no pude evitar preguntarme si los cigarros electrónicos harán que la enfermedad causada por este virus sea peor de lo que ya es.

Al inicio de la pandemia, como todos recordamos, poco se conocía del virus y de sus factores aliados que lo hacían tan mortal y de temerse. Hoy, con la información disponible de la enfermedad y el estudio a personas que usan cigarros electrónicos, se ha visto que quienes usan dichos dispositivos y contraen Covid-19 desarrollan una mayor cantidad de síntomas asociados a la enfermedad, en comparación con los que no los usan. Además, la gravedad de los síntomas es más alta, así como la probabilidad de que la persona termine hospitalizada en el servicio de Urgencias.

La razón que se atribuye por parte de los investigadores y personal de salud es que ambos (cigarro electrónico y Covid-19) causan inflamación de los pulmones y por lo tanto pueden provocar una lesión pulmonar severa en ciertos usuarios; la infección por SARS-CoV-2 puede pasar de un resfriado a una enfermedad grave y potencialmente mortal [6, 7].

Es por ello que investigadores y médicos expertos en el área llegan a una misma conclusión: ante el potencial daño que puede causar el uso de los cigarros electrónicos, es mejor dejar de usarlos.

La novedad de estos productos no nos permite listar todos los daños a corto y largo plazo asociados a su uso, sin embargo, poco a poco se va esclareciendo el verdadero impacto negativo que ha tenido en la salud de los usuarios, quitándole su inocuidad con la que inicialmente y todavía en la actualidad es promocionado.

Recientemente, el Gobierno de México decretó la prohibición de la circulación y comercialización de los cigarros electrónicos, por lo que en los próximos meses podríamos empezar a ver cambios sobre la regulación del uso de estos dispositivos, ya sea sanciones o restricciones a áreas designadas para su consumo [8].