Del cautiverio al caos: ¿por qué no liberar a tus mascotas?

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Del cautiverio al caos: por qué no liberar a tus mascotas

La Tierra

Del cautiverio al caos: ¿por qué no liberar a tus mascotas?

En 2003, después del estreno de Buscando a Nemo, no faltó el niño que tras observar la escena en la que Nemo escapa por el desagüe, llegó a su casa y quiso replicarlo, tirando por la taza del baño a sus peces con la intención de liberarlos. Lo que no sabía este pequeño es que en realidad el desagüe del sanitario no va necesariamente directo al mar y lo más probable es que se dirija a una planta tratadora de aguas residuales donde los peces morirán.

 

Cuando liberamos a las mascotas, estas se enfrentan a peligros inminentes y uno de ellos es ser comidas por algún otro animal. Por ejemplo, aves pequeñas que son mantenidas como mascotas, como los periquitos australianos o los canarios, si son liberadas pueden ser comidas por aves rapaces como halcones, o un conejo puede ser comido por un gato o un perro, un pez por un ave u otro pez, y así. En un video viral, una tortuguita que se liberó en un río resultó devorada por un pez gato en menos de un minuto.

Comercialización irregular de peces (fotografía Elsah Arce).
Comercialización irregular de peces (fotografía Elsah Arce).

Uno de los retos más importantes que enfrenta un animal al ser liberado es pasar del cautiverio a la desafiante naturaleza. Un ave que está acostumbrada a recibir comida todos los días no sabrá dónde encontrarla si es liberada y lo mismo sucede con cualquier especie. Supongamos que tu mascota, al ser liberada, no muere en el intento y logra sobrevivir en la naturaleza; ahora el ambiente tiene un problema. Millones de mascotas son liberadas a nivel mundial, y si a eso le sumamos los animales que se escapan, ya sea de una casa o de una unidad de producción, tenemos cientos de millones de animales. Una vez que se encuentran en el ambiente pueden coincidir con un animal del sexo contrario de su misma especie, reproducirse y poco a poco extenderse en su nuevo entorno, causando daños graves e irreversibles para la biodiversidad y el equilibrio ecológico.

 

En Florida y en el mediterráneo se introdujo el pez león que se ha convertido en un invasor y está causando problemas en los ecosistemas locales al comer todo lo que encuentra a su paso [1]. Otro ejemplo es el pez limpia peceras o pez diablo, que es originario de Centro y Sudamérica y debido a que se alimenta de las algas adheridas a las paredes de los acuarios, ha ganado gran popularidad en el mundo del acuarismo, lo que ha llevado a que sea introducido en prácticamente todo el planeta. El mayor problema del pez limpia peceras es que tiene una coraza externa que le impide a otros animales alimentarse de él y por lo tanto no tiene depredadores, se reproduce rápidamente, modifica la estructura de los ecosistemas y daña las redes de los pescadores provocando pérdidas económicas [2].

 

La liberación de especies exóticas también está estrechamente relacionada con el tráfico ilegal de animales, lo que contribuye a la pérdida de biodiversidad y pone en peligro la supervivencia de muchas especies en todo el mundo. En el comercio ilegal se incluye la captura, traslado y comercialización de animales silvestres y sus productos derivados, como pieles, huesos, carnes y productos farmacéuticos. Aunque pueda parecer atractivo tener una mascota exótica, es importante recordar las consecuencias de adquirirlos y liberarlos en la naturaleza.

 

Uno de los casos de tráfico de especies más sonados en los últimos años es el de los hipopótamos del rey colombiano de la droga Pablo Escobar. Cuatro hipopótamos fueron importados a la propiedad privada de Pablo Escobar en los años ochenta. Después del arresto y asesinato de Pablo Escobar, los hipopótamos escaparon de los límites de la propiedad y comenzaron a reproducirse en el río colombiano Magdalena. Ahora, su número es de aproximadamente 60 individuos. El hipopótamo, al ser introducido en un ecosistema en el que antes no estaba, causa daños que afectan la biodiversidad nativa. Además, los hipopótamos son agresivos y representan una amenaza para los numerosos habitantes de la región que dependen del río Magdalena para subsistir [3].

Foto de pez diablo (fotografía Elsah Arce).
Foto de pez diablo (fotografía Elsah Arce).

Especies fuera de lugar

 

Las especies exóticas son plantas, animales u hongos que son introducidos en un ecosistema fuera de su área de distribución natural. Algunos ejemplos incluyen el sapo de la caña que ha sido introducido en Australia [4], la hormiga argentina que fue introducida en Estados Unidos [5] y la planta de kudzu que es asiática y se puede encontrar en el sur de Estados Unidos [6]. Las especies exóticas son un problema para los ambientes naturales porque, al no tener los mismos depredadores o competidores que en su hogar original, es posible que crezcan descontroladamente y superen a las especies nativas, causando un desequilibrio en el ecosistema. Además, las especies exóticas transmiten enfermedades a las especies nativas [7], lo que puede tener un impacto negativo en la biodiversidad local.

 

Los animales introducidos de manera artificial a un ambiente causan daños ecológicos al comerse a una especie que antes no tenía depredadores. Un ejemplo muy claro es lo que sucedió en el lago Victoria en África con la introducción de la perca del Nilo, un pez gigantón que mide hasta dos metros y pesa hasta 200 kg [8]. El lago Victoria es conocido por su amplia diversidad de peces que vivían comiendo hierbas, animales en descomposición o insectos, luego llegó la perca y se comió todo a su paso, reduciendo la cantidad de especies que ahora habitan el lago Victoria y cambiando para siempre la composición de este ecosistema.

 

Otro de los daños que causan las especies introducidas son los riesgos sanitarios. Muchos de estos animales se consideran plagas, como sucede con la paloma común que fue traída de Europa a América y es considerada la “rata con alas”. Hay estudios que indican que los excrementos de paloma, al ser inhalados, pueden transmitir hongos responsables de enfermedades en los pulmones, sistema nervioso central, y algunos parásitos externos como ácaros que se pueden transmitir al humano [9]. El contagio a otros animales es otro de los riesgos. Un ejemplo muy claro es el de un hongo originario de Asia que ha logrado viajar por todo el mundo gracias a la comercialización de especies exóticas y está causando problemas a las ranas, sapos y salamandras [10]. El hongo no parece afectar a los anfibios asiáticos. Sin embargo, se estima que este hongo ha reducido a menos de la mitad la población de algunos anfibios en todo el mundo.

Paloma común (fotografía tomada por Dejanira Arizmendi).
Paloma común (fotografía tomada por Dejanira Arizmendi).

Por si fuera poco, la liberación de mascotas genera grandes pérdidas económicas. En los lagos de Minnesota, la liberación de peces dorados ha causado daños millonarios, esto es debido a que los peces dorados son muy resistentes y sobreviven condiciones muy extremas, como inviernos muy fríos. Los peces dorados además son grandes y longevos, pesan hasta 1.8 kg y viven hasta 25 años [11].

 

La liberación de mascotas tiene un impacto negativo en la industria turística y de recreación. Los animales invasores dañan los senderos y áreas recreativas, lo que requiere costosas reparaciones. La pesca comercial también se ve afectada por la introducción de especies invasoras debido a que estas compiten con las especies de peces nativas por alimento y hábitat, lo que reduce la población de peces y, en consecuencia, disminuye la cantidad de peces disponibles para la pesca comercial [12].

 

Mascotas prohibidas

 

El tráfico de especies animales es una industria lucrativa que se realiza a escala mundial. El interés en tener especies exóticas como mascota, alimento o para su uso en medicina tradicional ha llevado a la captura y comercio de millones de animales cada año. Además, la deforestación y la urbanización han reducido los hábitats naturales de muchas especies, lo que ha aumentado la presión sobre ellas y ha facilitado su captura y tráfico. La captura y el traslado de animales silvestres es perjudicial para la salud y bienestar del animal, y muchas especies sufren o incluso mueren durante el transporte, además de que provocan la desaparición de especies que cumplen funciones importantes en los ecosistemas.

 

Algunos ejemplos de animales tratados ilegalmente incluyen loros, reptiles y anfibios. A menudo estas especies son traficadas desde países tropicales hacia los países más fríos, donde las personas están dispuestas a pagar grandes sumas de dinero para tenerlos como mascota. Sin embargo, muchas veces no se adaptan a su nuevo ambiente y mueren, en cambio, cuando sí logran adaptarse causan daño a la biodiversidad local. El tráfico de especies animales también tiene un impacto negativo en la economía local y global. La industria turística, por ejemplo, depende de la biodiversidad y de la preservación de los ecosistemas, por lo que la pérdida de especies puede disminuir el atractivo turístico y afectar la economía.

 

¡No adquieras mascotas exóticas! No importa lo bonitas o interesantes que sean, estas especies, pueden causar problemas graves para los ambientes naturales.

 

  • Conoce tus especies. Si estás comprando un animal como mascota, asegúrate de que sea una especie nativa de venta legal y no exótica.
  • Si ya tienes una mascota exótica, no la liberes en la naturaleza, ya que es probable que no pueda sobrevivir y puede causar problemas para otras especies y su hábitat.
  • Haz tu parte para ayudar a la conservación de la biodiversidad. Puedes participar en programas de voluntariado para proteger la naturaleza, apoyar organizaciones que luchan contra el tráfico ilegal de especies, e informar a otros sobre los peligros de la liberación de especies exóticas.

 

Referencias

 

[1] Côté, I. M., Smith, N. S. (2018). The lionfish Pterois invasion: Has the worst‐case scenario come to pass? Journal of Fish Biology, 92(3), 660-689
[2] Raj, S., Kumar, A. B., Raghavan, R., Dahanukar, N. (2020). Amazonian invaders in an Asian biodiversity hotspot: Understanding demographics for the management of the armoured sailfin catfish, Pterygoplichthys pardalis in Kerala, India. Journal of Fish Biology, 96(2), 549-553
[3] Subalusky, A. L., Anderson, E. P., Jiménez, G., Post, D. M., Lopez, D. E., García-R, S., Nova Leon, L.J., Reátiga Parrish, J. F., Rojas, A., Solari, S., Jiménez-Segura, L. F. (2021). Potential ecological and socio-economic effects of a novel megaherbivore introduction: The hippopotamus in Colombia. Oryx, 55(1), 105-113
[4] Shine, R. (2010). The ecological impact of invasive cane toads (Bufo marinus) in Australia. The Quarterly Review of Biology, 85(3), 253-291
[5] Human, K. G., Gordon, D. M. (1997). Effects of Argentine ants on invertebrate biodiversity in northern California. Conservation Biology, 11(5), 1242-1248
[6] Waldner, L. S. (2008). The kudzu connection: Exploring the link between land use and invasive species. Land Use Policy, 25(3), 399-409
[7] Crowl, T. A., Crist, T. O., Parmenter, R. R., Belovsky, G., Lugo, A. E. (2008). The spread of invasive species and infectious disease as drivers of ecosystem change. Frontiers in Ecology and the Environment, 6(5), 238-246
[8] Taabu-Munyaho, A., Marshall, B. E., Tomasson, T., Marteinsdottir, G. (2016). Nile perch and the transformation of Lake Victoria. African Journal of Aquatic Science, 41(2), 127-142
[9] Buitrago-Medina, D. A., Méndez-Mancera, V., Jimenez, L. C. V., Soler-Tovar, D. (2013). La paloma (Columba livia) en la transmisión de enfermedades de importancia en salud pública. Revista Ciencia Animal, (6), 177-194
[10] Fisher, M. C., Garner, T. W., Walker, S. F. (2009). Global emergence of Batrachochytrium dendrobatidis and Amphibian Chytridiomycosis in space, time, and host. Annual Review of Microbiology, 63, 291-310
[11] Thebault, R. (2021). People dumped their pets into lakes, officials say. Now football-size goldfish are taking over. The Washington Post. https://www.washingtonpost.com/science/2021/07/11/minnesota-goldfish-invasive/
[12] Holmes, T. P., Aukema, J. E., Von Holle, B., Liebhold, A., Sills, E. (2009). Economic impacts of invasive species in forests: past, present, and future. Annals of the New York Academy of Sciences, 1162(1), 18-38

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Vórtice, enero-mayo 2021 es una publicación trimestral digital editada por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), a través de la Dirección de Publicaciones y Divulgación, Edificio 59 (Facultad de Artes), Campus Norte. Av. Universidad 1001, Col. Chamilpa, CP 62209, Cuernavaca, Morelos, México. Teléfono +52 777 329 7000, ext. 3815. Correo: revistavortice@uaem.mx. Editora responsable: Jade Gutiérrez Hardt. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2014-070112203700-203, ISSN 2395-8871, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor.


Responsable de la última actualización de este número: Roberto Abad, Av. Universidad 1001, Col. Chamilpa, CP 62209.


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