La historia de Erokeria
Cuaderno de Raya
Hay historias divertidas o asombrosas y también hay tristes o nostálgicas. Esta historia tiene un poco de todo, por eso quiero contártela. Mi nombre es Erokeria, un poco difícil de pronunciar. Cuando era niño, la mayoría de las veces soñaba tanto que incluso creía soñar despierto; lo peor era que las pesadillas traspasaban a la realidad y eso me aterraba.
A los once, dejé de soñar un poco, porque mis pensamientos comenzaron a sonar muy fuerte: de día y de noche escuchaba una voz que se parecía a mi voz. Pensándolo bien, no era una sola voz, eran más de tres.
Posiblemente, la etapa más difícil que tuve que transitar fueron los veintes. No tenía muchos amigos y la escuela me ocasionaba malestar. En ocasiones escuchaba ruidos, se me dificultaba concentrarme y poner atención a mis maestros; también se me olvidaba hacer las las tareas y me costaba mucho esfuerzo levantarme de mi cama por las mañanas.
En el salón había compañeros que me molestaban mucho, me apodaban “el loquito” y me insultaban. Para ser sincero, nunca entendí sus acciones y ellos tampoco entendían que yo tenía pensamientos intrusivos, y que esas voces me llegaban a gritar tan fuerte que no podía escuchar a nadie más. Fue duro tener que ir a una escuela donde se burlaban de mí y me hacían sentir mal.
Pero tuve el valor y un día me atreví a contarles a mis papás sobre esas voces. Mis papás me llevaron con psiquiatras y psicólogos, especialistas que evalúan a personas con algún trastorno mental [1]. Un trastorno mental es un cambio que ocurre en diferentes aspectos, como el pensamiento, las emociones, el comportamiento y la manera de manejar situaciones. [2]. Los psiquiatras son especialistas que ayudan a las personas con algún problema de la salud mental [1], y los psicólogos son profesionales de la salud mental que brinda acompañamiento y escucha [3]. Primero acudimos con el psiquiatra, quien me realizó varias evaluaciones y pruebas de todo tipo: de sangre, orina, entre otras cosas. Cuando tuvo los resultados, fuimos de nuevo con él.
Nos recibió una secretaria muy amable y esperamos solamente 3 minutos. Cuando pasamos al consultorio, el psiquiatra empezó a conversar con mis padres, yo no entendí mucho de lo que dijeron; sin embargo, recuerdo el semblante de mi madre, tan decaído, su mirada parecía extraviada entre tantas palabras; sus labios se fueron hacia abajo en una línea de tristeza y sus manos apretaban el antebrazo de papá, como intentando acercarse más a él.
“Erokeria, por los síntomas que presentas y su duración, hemos diagnosticado tu cuadro clínico con un trastorno mental llamado esquizofrenia”.
No tenía ni la menor idea de lo que significaba esa palabra, lo único que intentaba entender era la angustia que mis padres reflejaban. Ambos, sentados en esas pequeñas sillas metálicas, mirando al psiquiatra y de reojo a mí. Yo, frente al psiquiatra, a un costado de mis padres, intentando descifrar si mi futuro o el de mis padres cambiaría.
Al llegar a casa con una bolsita llena de medicamentos, me dispuse a investigar no sólo sobre la esquizofrenia, sino además sobre los medicamentos que me recetaron. Me imaginaba lo peor, ya sabes que a veces buscamos en internet algo y los resultados suelen ser aterradores.
Esta vez no fue el caso. Encontré que la esquizofrenia es un trastorno mental, con una serie de problemas en el pensamiento, comportamiento y emociones, además de presentar alucinaciones de varios tipos: olfativas, gustativas, visuales, táctiles y auditivas, así como la pérdida del interés por realizar actividades, problemas del sueño, cambios de humor, entre otras [4].
Sobre los medicamentos, supe que me habían recetado antipsicóticos, que eran para disminuir los síntomas de la esquizofrenia. Sus nombres son extraños; uno de ellos es un antipsicótico de segunda generación que se denomina atípico, tienen menores efectos secundarios que los de primera generación; los antipsicóticos se clasifican según la época en la que se crearon y salieron al mercado [5]. El psiquiatra me recomendó ir a terapia individual y a mi familia también les sugirió asistir con un psicólogo, para que ellos supieran más de la esquizofrenia y pudieran ayudarme y sentirse mejor. Me dijo que sería muy importante llevar al pie de la letra la medicación y la terapia psicológica, para mejorar rápidamente.
Así lo hice. Inicié con la medicación puntualmente, con la hora y la dosis indicada. Al inicio tuve casi todos los efectos secundarios de los antipsicóticos atípicos que, oportunamente, mi psiquiatra junto con mi psicólogo me comentaron: temblor, agitación, somnolencia, apatía, dolor de cabeza, confusión, aumento de peso y, aunque no llegué a tanto, es posible que te dé diabetes [6]. Con el apoyo de mis papás y mi psicólogo, pude hacer frente a estos efectos.
Lo que hice fue salir a caminar entre semana, y los fines de semana me iba en bicicleta al centro de mi ciudad, cuando llovía optaba por quedarme en casa bailando y saltando la cuerda. El ejercicio físico ayuda a la salud mental, para quienes no tienen, tienen o han tenido algún trastorno de este tipo [7]. También mejoré mi alimentación, ordené mis horarios de comida e incluí alimentos de todos los grupos, asimismo ordené mis horas de sueño, para lograr descansar mejor y que el medicamento no interrumpiera mi vida cotidiana [8].
Al cabo de unos meses, me disminuyeron las dosis del medicamento, mejoré en la escuela, y esas voces, aunque no se habían ido completamente, no me molestaban desde que comencé el tratamiento médico y psicológico. Esto facilitó que me adaptara en la escuela y pudiera concentrarme mejor. Esta mejoría se reflejó en mi rendimiento académico y en la manera de relacionarme mejor con mis compañeros, haciendo que me sintiera más integrado y seguro.
Actualmente, mantengo las citas con mi psicólogo, cuyo apoyo me ha sido fundamental en mi recuperación. Las sesiones son semanales; realmente me ayuda contar con una red de apoyo y mi bienestar ha mejorado. Al psiquiatra lo veo cada 6 meses para dar seguimiento; son importantes las visitas con él porque ajusta la medicación y hace un chequeo de mi salud en general.
Durante todo el proceso, el costo de las citas y de los medicamentos fue un gasto significativo para mi familia; generó un estrés adicional en mi hogar, mis papás tuvieron que ajustar sus gastos, y tuvieron temor de que sus amigos supieran de mi diagnóstico y les estigmatizaran, juzgaran o se burlaran de ellos o de mí. A menudo, se discrimina, violenta o rechaza a las personas y familiares de personas con esquizofrenia. Enfrentar problemas relacionados con la salud mental en México puede ser complicado por la desinformación. Sin embargo, existen algunas instituciones públicas que ofrecen programas, consultas y medicamentos gratuitos, porque la salud mental es un derecho humano.
Siendo honesto, a veces me preocupa ser juzgado por los demás y que las personas crean que soy raro o me digan “loco”, porque algunas veces se han burlado de mí por evitar tomarme una cerveza (debido a las contraindicaciones con mi medicamento). También he recibido críticas porque tengo esquizofrenia; me hacen sentir culpable como si yo hubiese querido tenerla, o se alejan de mí, haciéndome sentir peligroso, como si fuera una persona mala…
Mi viaje aún no ha terminado. Sin embargo, ahora a mis cuarenta y… años tengo una buena calidad de vida. Entendí que si se desconoce una palabra como “esquizofrenia” el futuro se puede volver incierto y el estigma y la ignorancia pueden perjudicar a las personas; desconocer los efectos secundarios de un medicamento interfiere en el tratamiento y la recuperación; pero principalmente entendí que el conocimiento, el amor y la empatía con los que fui tratado por los profesionales y mis familiares, marcaron la diferencia para mi recuperación.
Referencias
[1] ¿Qué es la psiquiatría? (s. f.). Recuperado el 11 de julio de https://www.psychiatry.org/patients-families/la-salud-mental/%C2%BFqueeslapsiquiatria#:~:text=Los%20psiquiatras%20est%C3%A1n%20formados%20para,ayuda20psiqui%C3%A1trica%20por%20muchos%20motivos
[2] World Health Organization: WHO. (2022, 8 junio). Trastornos mentales. Recuperado el 11 de julio de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-disorders
[3] Online, P. (2020). ¿Qué es un psicólogo? Definición y tipos. Psiquion – Plataforma de Psicología Online. Recuperado el 11 de julio de https://www.psiquion.com/blog/que-es-psicologo-definicion-tipos
[4] Mayo Clinic. (2021a, 29 julio). Esquizofrenia – Síntomas y causas. Recuperado el 11 de julio de https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/schizophrenia/symptoms-causes/syc-20354443
[5] Mayo Clinic. (2021b, 29 julio). Esquizofrenia – Diagnóstico y tratamiento. Recuperado el 11 de julio de https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/schizophrenia/diagnosis-treatment/drc-20354449#:~:text=El%20objetivo%20del%20tratamiento%20con,de%20lograr%20el%20resultado%20deseado.
[6] Morillas Fernández, MªL, Simão Aiex, L & Pineda Tenor, D. (2018). Fármacos antipsicóticos. Med fam Andal, 19 (1) 48-52.
[7] TrueC. (2022, 8 mayo). ¿El ejercicio ayuda a la salud mental? – Servicios de salud TrueCare. TrueCare. Recuperado el 11 de julio de https://truecare.org/es/blog/el-ejercicio-ayuda-a-la-salud-mental/
[8] Alemana, C. C. (2023, 11 agosto). Cómo una buena alimentación cuida tu salud mental. Clínica Alemana. Recuperado el 11 de julio de https://www.clinicaalemana.cl/articulos/detalle/2020/como-una-buena-alimentaci%C3%B3n-cuida-tu-salud-mental
Para saber más
- https://www.salud.cdmx.gob.mx/unidades/modulos-de-salud-mental-y-centros-de-atencion-primaria-de-adicciones
- https://dif.michoacan.gob.mx/noticias/ofrece-dif-michoacan-atencion-psicologica-gratuita-a-toda-la-poblacion/
- https://salud.edomex.gob.mx/salud/capa#:~:text=Los%20Centros%20de%20Atenci%C3%B3n%20Primaria,y%20abuso%20de%20sustancias%20adictivas.
- https://www.gob.mx/salud/sap/acciones-y-programas/catalogo-de-servicios-de-atencion-psiquiatrica
- https://www.comiteciudadanoiap.org.mx/programas/
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