Calaveritas de Ciencia 2024: Ganadores
Cuaderno de Raya
Por Redacción
Luego de leer las 60 calaveritas de ciencia que llegaron del 23 de septiembre al 25 de octubre de 2024, el jurado, conformado por Agustín Ávila Casanueva y Karime Díaz, definió los siguientes lugares:
Primer lugar: Estefany Sánchez Maldonado (Morelos)
“Calaverita a la dra. Zoila Mora Guzmán”
Del mes rosa: octubre
No habla nada la calaca,
La mente tiene ocupada,
No ha comido, está re flaca
Porque estaba preocupada.
Se ha puesto a pensar
Que es octubre, y exclama:
“El mes para concientizar
Sobre el cáncer de mama”.
“Tengo que irla a buscar
A Chiquihuitlán, Oaxaca,
Tal vez la pueda encontrar
Y así, de dudas me saca”.
“Dicen que de hongos sabe
Y de plantas medicinales,
Que el cáncer de mama se acabe
Con estudios profesionales”.
II
Mujer, indígena y doctora
A Zoila Mora Guzmán
La flaca estaba buscando,
Pero la razón que le dan
Es que ella está estudiando.
Un campesino que sembraba
Maíz, chile y frijol,
Le dijo mientras trabajaba:
“Zoila, estudia el tlachichinol”.
La enfermedad cancerígena
Mora Guzmán ha estudiando,
Con mucho orgullo es indígena
Y ha obtenido el doctorado.
Zoila Mora es científica
Y a la calaca le encanta
Su investigación magnífica
Con extractos de una planta.
Es una fuente prometedora
de compuestos con actividad
antiproliferativa y proapoptótica
contra células que cáncer dan.
La calavera no entiende química
Pero la planta se quiere llevar,
Le gusta que es endémica
Y su propiedad medicinal.
Zoila hizo un posdoctorado
Y trabajó con un betaglicano
En metástasis ósea involucrado,
¡Zoila, orgullo mexicano!
III
Despedida
“Me despido, me voy tranquila,
A Zoila díganle, por favor,
Que le debo un tequila
Por su obra y su labor”.
Mientras se va de Oaxaca
Va pensando en la mujeres,
Y exclama contenta la flaca:
“¡Zoila, qué increíble eres!”
Va recogiendo cempasúchil,
También el tlachichinol,
Para el cáncer puede ser útil
Como Zoila demostró.
En las ofrendas regresará,
Se le antoja el pan de muerto;
Comida y plantas se llevará
De la ofrenda y del huerto.
Segundo lugar: Marco Antonio Cornejo Mijares (CDMX)
“El ajolote: ser que une mito y ciencia”
Versaré sin gran borlote
sobre un anfibio de México,
me refiero al ajolote
que es de mi tierra endémico.
Dice la antigua leyenda
que se trata del dios Xolotl,
que a los muertos muestra la senda
pa ́ que no desciendan solos.
Su nombre viene del náhuatl
y posee gran significado,
es el “monstruo del agua”
que habita en canales y lagos.
Dios, monstruo o criatura,
de algún modo se las ingenia
y no llega a etapa madura;
a eso llamamos neotenia.
¿Quién no quisiera tener tal poder?
¡Ser siempre sonriente niño,
que no piensa en perecer,
gozando de paz y cariño!
Más allá de la metáfora
Sobre la vida y la inocencia,
El ajolote es ahora
un buen amigo de la ciencia.
Del género Ambystoma
es, quizás, el más sano,
pues cuenta con un gran genoma,
¡diez veces mayor que el humano!
Con 32,000 millones
de pares de base de ADN,
son muchas las razones
por las que estudiarlo conviene.
El poder de este gran genoma
es, de verdad, muy especial,
no es cosa de risa o broma,
ya te lo voy a explicar:
Después de perder una patita
u otro miembro con dolor,
una prótesis no necesita,
pues posee la regeneración.
La proteína Lin28
produce células madre,
que reemplazan al miembro mocho
por uno nuevo que le cuadre.
No es de los cómics mutante
pero es capaz de regenerar
hasta su corazón amante,
cerebro y médula espinal.
Tener este conocimiento
no hará al humano inmortal,
pero si lo usa con talento
sus heridas mejor sanará.
Incluso al cáncer maligno
podrá por fin derrotar,
pero para volverse digno
de tal saber alcanzar
al ajolote y su ambiente
tiene que empezar a cuidar,
pues en peligro inminente
esta especie se encuentra ya.
Entonces ya lo sabes, mortal,
si tu vida quieres prolongar,
valora a este tierno animal,
y no sólo por su saber tomar,
sino porque mito y ciencia
en él, reunidos están.
Seguido tomo su apariencia
y sorprendido quedarás
cuando sepas que esta lírica
que sobre el ajolote ilumina,
te la escribe una científica
llamada “Doctora Catrina”.
Tercer lugar: Zuli Aideht Flores Dublan (Estado de México)
“La calavera aprende braille”
Caminando por las calles de Francia,
la muerte a Louis Braille conoció,
se enteró que era ciego desde la infancia,
por un accidente que lo incapacitó.
A los 5 años perdió la vista,
pero eso no lo detuvo,
aunque fue de manera fortuita,
siempre lucho por su futuro.
A los 15 años de edad perfeccionó un sistema,
que conoció por un oficial del ejército,
creando un código para reproducir los fonemas
asimismo, para la música y lo numérico.
Aunque no se implantó inmediatamente,
sus compañeros lo empezaron a estudiar,
pues es un sistema bastante eficiente,
que con el tacto es sencillo de apreciar.
A los 43 años la calavera se lo llevó al panteón
para que le enseñara su método de lectoescritura,
tuvo que conseguir papel, regleta y punzón
y empezar por conocer toda la estructura.
El signo generador consta de seis puntos,
distribuidos en dos columnas verticales,
para escribir debes hacer una especie de bultos,
siguiendo unas combinaciones especiales.
Para leer los puntos de izquierda a derecha,
al escribirlos debes invertir su ubicación;
no es tan fácil como seguro sospechas,
por eso tienes que poner mucha atención.
La pobre calaquita está decepcionada,
pues tiene las manos muy huesudas,
y a pesar de estudiar hasta de madrugada,
no logra tener unas sensaciones más agudas.
Braille no se dio cuenta de su gran aportación,
pues su sistema se reconoció después de su deceso;
actualmente es usado por una gran población,
permitiéndoles mejor calidad de vida y progreso.
La catrina continúa con sus largas lecciones,
y agradece a Braille por toda su paciencia,
en pago le ayudó a difundir entre las naciones,
su sistema que nos dejó como herencia.
Menciones honoríficas
Francisco Ocampo Ramírez (Morelos)
“La Calaca científica”
I
La calaca esquelética
andaba en tierras tórridas
y sentada en un páramo
su mente despertó.
En un vórtice cósmico
entró bastante rápido
y en su andar tan frenético
en el tiempo viajó.
II
Platicó con las náyades
y con dioses olímpicos,
y en sueños muy oníricos
la muerte meditó
“¡Oh, sabios estrambóticos!
Yo vengo de lo etérico,
allá donde el espíritu
es una realidad.
III
Con el gran Aristóteles,
discutió de la lógica,
y con risa su ecléctica
su mente confundió.
Hipócrates escéptico,
le habló de lo biológico,
con un lenguaje médico
la vida le explicó.
IV
Se acercó un Pitagórico,
hablando de los triángulos,
con números en códigos
el cosmos descifró.
Los sabios matemáticos,
contaban que eran neófitos,
y la muerte sintética,
con risa los retó.
V
Platón con tono crítico
habló muy filosófico ,
y sus ideas platónicas
a la muerte lanzó.
“¿Qué es real en lo físico
cuando se eleva el ánima
y lo eterno enredándose
en sueños de razón?”
VI
“¡Oh, Platón gran filósofo!”
gritó la muerte, eufórica,
“Tu mente tan socrática
me huele a confusión.”
“Es que en la metafísica
se aplican otros términos
te hace falta dialéctica
en tu resolución”
VII
Más la muerte se hallábase
haciendo un gran análisis
y de forma metódica
al fin se respondió.
Con un tiempo grandísimo
resolvió las incógnitas,
y en diálogos frenéticos
el todo descifró.
VIII
“En términos sin límites,
con leyes astrónomicas,
un universo entrópico
a mi se presentó .”
de forma muy empírica
responderé la incógnita
de unificar la cuántica
y la relatividad
IX
Entre sueños platónicos,
y un verbo aristotélico,
equilibró lo cósmico
en su reino inmortal.
La calaca científica
ya se va despidiéndose
y dice recordándonos
que pronto nos verá.
María Celeste Rivera Jordán (Morelos)
“La penicilina”
Alexander Fleming estaba trabajando
con cajas de Petri y medios de cultivo
cuando la muerte estaba llegando,
para Fleming era el momento decisivo.
La muerte con Fleming habló
Y hasta vacaciones le recomendó,
Para que se olvide un momento del trabajo
Ya que parecía que estaba a destajo
Fleming le hizo caso a la muerte,
Y de vacaciones se fue con suerte;
Solo que su experimento olvidó
Y este en la incubadora quedó
Al regresar a su laboratorio
Y revisar sus cajas
Un crecimiento era notorio
Un crecimiento que parecía pajas
Cuando observó las cajas
Vio un hongo crecido
Creyó que era desventaja
Para su trabajo desconocido
Pero oh, sorpresa
El crecimiento de bacterias se había impedido
De la emoción fue presa
Ya que no sabía en que estaba inmiscuido
Cuando analizó sus resultados
La sorpresa y emoción lo dejó boquiabierto
Y a saltos se puso por todos lados
Ya que la penicilina había descubierto
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