Twitter entre telarañas: entrevista a Diego Barrales Alcalá
Cruce de peatones
Por Roberto Abad
La imagen es vaga pero permanece con necedad: un cuarto de madera, oscuro y polvoriento, donde guardan herramienta y paca para caballo. Alguien entra y, de pronto, la música se pone tensa. De una esquina se desliza la primera mancha negra, luego vienen sus compañeras, que bajan velozmente con sus patas peludas y se aglutinan sobre al ingenuo que fue a meterse allí. ¡Me daba comezón en el cuerpo tan solo de recordarlo! ¡Arañas! ¡Arañas por todos lados! Esta escena que albergué torpemente en la cabeza pertenece –casi estoy seguro– a Arachnophobia (1990), una película que pasaban hasta el cansancio en el Canal 5 y que sembró uno de mis miedos más profundos.
Un día en Twitter descubrí una cuenta llamada @Arachno_cosas que se dedicaba a responder preguntas sobre algunos artrópodos. Eché un vistazo. Lo primero que sentí fue la ansiedad de mi infancia. ¿Cómo podía haber gente tan tranquila charlando acerca de esas criaturas silenciosas, de múltiples ojos, capaces de enterrar sus colmillos en tu piel a la menor distracción, y encima tomarles fotos como si se tratara de un bebé que hace sus primeras gracias frente a una cámara?
Algo me hipnotizó, poco a poco fui familiarizándome con las interacciones del perfil; los usuarios compartían fotos de arácnidos de lo más diversos; la curiosidad era genuina, pedían información y alguien, sin nombre ni rostro a la vista, les contestaba de qué especie se trataba. La ansiedad disminuyó al paso de los días y, cuando fui conociendo algunas de sus virtudes, creo que el miedo también. Me asombré, incluso, de querer saber más. Sin darme cuenta, pienso, estaba enfrentando mis miedos.
Siguiendo el ejemplo de uno de mis maestros investigadores, el gran Juan Carlos Bodoque, decidí ir a fondo y descubrir quién estaba detrás de esta genial idea –una cuenta de Twitter en la que se comparte conocimiento científico y buena onda–. Así que mandé un mensaje privado y contacté a Diego Barrales Alcalá, un divulgador que parece tener ocho manos para contestar tantos tweets y atrapar incautos en las telarañas digitales de esa red social. Lo primero que ves en su perfil es la siguiente leyenda: “Soy aracnólogo, pregúntame lo que quieras”, y eso hice.
¿Por qué les tenemos miedo a las arañas?
Existen al menos dos hipótesis que abordan este tema; la primera habla sobre un miedo aprendido e influenciado por parte del entorno, en el cual las vivencias desde la infancia juegan un papel importante, por ejemplo, un experiencia traumática que puede marcar a las personas desde pequeñas y encaminarlas hacia una animadversión hacia todas las arañas, sean o no de importancia médica. Por otra parte, existen estudios que mencionan que el miedo a las arañas es algo innato o heredado, que se origina en los encuentros desafortunados que tenían nuestros ancestros con estos animales. En todo caso, una conjugación de estas dos hipótesis puede explicar el miedo que puede derivar en fobias incapacitantes.
Muchas arañas son relacionadas con la magia negra, la brujería, los conjuros, ¿de dónde vienen estas concepciones?
Considero que el miedo que estos animales han generado de manera constante en las personas los han hecho elegibles como elemento relacionado al esoterismo. No es raro ver adornos de telarañas y arañas descomunales en escenografías de Halloween o festividades de Día de Muertos.
Recuerdo una canción del primer disco de Zoé llamada Tarántula; es casi una canción de terror, de tonos oscuros, lenta y con una atmósfera asfixiante. La letra no tiene mucho sentido, pero eso no importa, sientes ese no sé qué que te da ñáñaras. ¿Cuál es la personalidad de los arácnidos? ¿Nos puedes hablar de algunas especies?
Más allá de hablar de una personalidad, podríamos hablar de un temperamento. La mayoría de las arañas suelen ser huidizas ante un encuentro con personas, tratando de evitar una confrontación directa; por ejemplo, se ha registrado que integrantes del género Latrodectus –conocidas como “viudas negras” y consideradas de importancia médica[1]– suelen reaccionar encogiendo las patas o dejándose caer ante un supuesto contacto accidental con dedos humanos; cuando este estímulo se convierte en una manipulación, en la cual la araña es aprisionada, se muestran reticentes a morder. Por otro lado, existen especies que suelen ser más defensivas, reaccionando vigorosamente frente a los estímulos, tal es el caso de las integrantes del género Phoneutria (consideradas de importancia médica y no distribuidas en México). Estas arañas –conocidas como “bananeras” o “errantes brasileñas”– pueden encarar a una supuesta amenaza, independientemente de su tamaño.
Cuando te consulta la gente en Twitter, usualmente pone el lugar desde donde te escribe. ¿Por qué es importante saber dónde están las arañas?
Esto es de mucha utilidad para poder tener una mejor aproximación a la identidad de los especímenes. Identificar por medio de fotografías puede ser muy complicado y engañoso cuando hablamos de artrópodos, ya que muchas veces los caracteres que se utilizan para reconocer especies son sólo visibles bajo un estereoscopio. Con la localidad podemos aplicar un primer filtro para descartar o agregar posibilidades; si la consulta involucra una foto poco clara de un alacrán, que muestra una coloración marrón sin mayor detalle, y la localidad es la Ciudad de México, podríamos inferir que es posible que se trate de un espécimen de la familia Vaejovidae (nativa al lugar). Esto debe ser tratado con cautela evitando ser terminantes, ya que la única manera de tener certeza de la identidad de un espécimen es examinándolo bajo el estereoscopio. Por otro lado, pudiera darse el caso de que la consulta mostrara a una especie “exótica”, tomando el ejemplo atrás citado y cambiando las características del alacrán; si morfológicamente fuera similar a un integrante del género Diplocentrus –no nativo de la Ciudad de México– sería un caso interesante de revisar para saber si se trata de un polizonte que llegó de otro lado o si pudiera ser una especie que se está estableciendo.
Aunque en tu perfil podemos encontrar categorías muy específicas de las especies, parece que la comunidad ha adoptado dos formas de referirse a los arácnidos: de “no importancia médica” y de “importancia médica”. Esto parecería reducir nuestros miedos casi por completo…
Es una manera de tener una primera aproximación a las especies. Cuando tomamos conciencia de que cerca del 99% de las arañas conocidas a nivel mundial no son consideradas de importancia médica, podemos quitarnos más fácilmente la idea de que todas las arañas son peligrosas o mortales. Claro que las especies son mucho más que estas categorías y todas sin excepción son importantes para el medio ambiente y, por consiguiente, benéficas para las personas.
l escritor mexicano Juan José Arreola tiene un cuento en el que un personaje compra a un saltimbanqui una migala, una araña que a partir de que llega a su casa se convierte en una especie de amenaza que ronda en sus noches de insomnio y se vuelve, dentro de poco, un huésped peligroso… En México, ¿tenemos arañas peligrosas? ¿Cuáles son y por qué?
Una especie silvestre puede ser peligrosa si es provocada, acorralada o lastimada, esto debido a que pueden reaccionar defendiéndose, lo que en el caso de las arañas puede involucrar una mordedura y una consecuente lesión. Si hablamos de la presencia de especies de importancia médica[1] o no, sí, México tiene registro de dos géneros considerados de esta manera: las arañas violinistas (género Loxosceles) con cerca de 40 especies, y las viudas (género Latrodectus) con tres especies.
Son consideradas de importancia médica debido a los daños que su veneno puede producir a la salud humana. Las arañas del género Loxosceles poseen un veneno citotóxico y proteolítico, lo cual quiere decir que afecta directamente a las células de la zona afectada destruyéndolas. Por otra parte, las arañas del género Latrodectus poseen un veneno neurotóxico, mismo que afecta al sistema nervioso central.
Regularmente, los tamaños de las arañas hembras son más grandes que las de los machos. ¿Cómo convive una pareja arácnida?
Por lo general no hay mucha convivencia. Los arácnidos son animales solitarios en su mayoría y no suelen tener una “vida en pareja”. Algunas veces el macho se queda cerca de la hembra para asegurar una copula exitosa, otras más la hembra devora al macho y en algunas la hembra no nota siquiera la presencia de su pareja.
Pienso que a veces la empatía surge de lo que nos hace similares. David Bowie, por ejemplo, veía la belleza de las arañas y sabía que podían ser éstas la mejor inspiración para su vestuario. Por otro lado, hay arañas a las que les gusta mirar la luna. Además de esto, ¿qué nos podría vincular como seres humanos con las arañas?
Existen una gran variedad de especies sinantrópicas, lo que significa que han encontrado un nicho adecuado dentro de los ambientes urbanos. Esto produce que no sea raro ver arañas en nuestra casa o comunidad. Esta presencia es benéfica para nosotros, ya que estos animales suelen cazar y mantener a raya a las poblaciones de insectos, algunas veces considerados como de riesgo a la salud humana (mosquitos y cucarachas).
Tu cuenta tiene más de 100 mil seguidores. ¿Cómo surge @Arachno_cosas?
La cuenta en Twitter surge derivada de la necesidad de difundir información sustentada en bases científicas que ayude a contrarrestar noticias falsas o creencias relacionadas a los arácnidos. Debido a un problema médico, tuve que suspender gran parte de mis actividades habituales y para no estar del todo detenido decidí abrir la cuenta en esta red social, de esa manera me mantendría ocupado y podría estar difundiendo el conocimiento adquirido a través de mi formación profesional.
¿Puedes hablarnos de tu labor como investigador? ¿En qué momento decidiste que ibas a ser aracnólogo?
Actualmente desarrollo una investigación que involucra a un grupo poco conocido –y muy temido– de arácnidos llamados “vinagrillos”, el proyecto consiste en conocer y evaluar la diversidad presente en México así como sus relaciones de parentesco con otras especies en América.
La decisión de dedicarme a los arácnidos surgió al principio de mi carrera, justo en el momento que intercalé mis estudios con actividades en la Colección Nacional de Arácnidos del Instituto de Biología de la UNAM, bajo la conducción del doctor Oscar Francke Ballve (uno de los pilares de la aracnología en México).
¿Cuáles son tus arañas favoritas y por qué?
Es una pregunta difícil porque son muchas jaja. Veamos, las integrantes de la familia Deinopidae me resultan súper interesantes, son conocidas como “arañas cara de ogro” (por su enorme par de ojos frontales) o pescadoras de red, debido a su peculiar modo de caza que consiste en lanzar una especie de red de pesca hacia sus potenciales presas. Me resultan muy llamativas las integrantes de la familia Sparassidae, debido a su forma general y coloraciones, que pueden llegar a ser bastante llamativas. Definitivamente, las arañas violinistas me resultan muy estéticas e interesantes, gracias en parte a su figura de especies de importancia médica, pero también por su comportamiento tímido y huidizo.
En tu siguiente vida, ¿qué araña serías y por qué?
Sería de la especie Argyroneta aquatica, porque podría vivir entre un ambiente acuático y uno terrestre.
El tío Ben, tío de Peter Parker –el hombre araña– le dijo aquella frase emblemática: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. ¿Cuál es nuestra responsabilidad hacia con las arañas?
Al igual que con todas las especies, los arácnidos representan una parte importante de la riqueza biológica de nuestro país y cumplen un papel muy importante en el medio ambiente, al grado tal de que si desaparecieran existirían graves daños económicos y ecológicos. Debemos proteger a las pequeñas especies y buscar reubicar en lugar de matar.
Invitamos a los lectores de Vórtice a que sigan a @Arachno_cosas en Twitter y participen con esta cuenta enviando fotos de sus encuentros arácnidos. Si lo hacen, coincidirán conmigo en que el universo de los artrópodos es una puerta al asombro, y lo mejor es que está al alcance de un clic.
[1] El termino “de importancia médica” hace referencia a la capacidad que tienen ciertos arácnidos de causar daños graves a la salud humana, a través de las toxinas que poseen y que pueden inocular por medio de picaduras o mordeduras.
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