Por M. Cristina Mac Swiney González y Kinari Romo Hernández
Hay muchos animales no humanos que necesitan socializar, y para ello requieren vivir en grupos. Los murciélagos son un claro ejemplo. Pese a que existen leyendas urbanas que los asocian con los vampiros y, por tanto, con la personalidad de estos personajes que se alimentan de sangre, se protegen de la luz solar, son inmortales y muy solitarios, los murciélagos tienen otras características y suelen ser extremadamente sociales.