Por Georgina Quintana González
Hace tiempo asistí a una conferencia impartida por un radiólogo, quien expuso un artículo de médicos que habían encontrado daño pulmonar en personas que usaron cigarros electrónicos. Cuando terminó su ponencia, me di cuenta de que yo desconocía el nivel de gravedad con el que los cigarros electrónicos, e-cigarrillos, cigarrillos electrónicos, vapeadores o vapers, afectan la salud de quien los consume.
En un inicio, cuando salieron al mercado, eran promocionados como una forma segura de fumar, una alternativa al cigarro convencional o un método para dejarlo por completo. Todo se escuchaba como buenas noticias, pero hoy estas promesas se encuentran en duda.